Friday, April 19, 2024

Cuidado con el consumo de refrescos

Las noticias nos han confirmado una y otra vez que la población de los países de occidente, Estados Unidos y Europa principalmente, está padeciendo un epidémico aumento de peso, tanto que los índices de obesidad están alcanzando cifras muy preocupantes, sobre todo porque con ella sobrevienen enfermedades como la diabetes, las enfermedades de corazón, etcétera.

Los hábitos de alimentación y en especial la famosa comida basura es la culpable de que ahora la población ingiera por término medio 500 calorías más diariamente que hace tres décadas y para colmo ahora hace menos actividad física.

Las instituciones sanitarias están promoviendo cambios en la alimentación y el hábito del ejercicio físico, pero el primer paso sería comer menos.

Los refrescos, principal causa de obesidad

Curiosamente, tras un estudio llevado a cabo por investigadores de la universidad de Harvard, Estados Unidos, se ha demostrado que el exceso de calorías proviene principalmente del consumo excesivo de refrescos que proporcionan calorías en forma de azúcar.

No sólo eso, sino que ese tipo de productos es adictivo y los consumidores son incapaces de dejar de beberlos. Advierten que el aumento de consumo de estas bebidas experimentado hace unos años coincide con el incremento en los problemas de obesidad y de diabetes de tipo 2.

Sin embargo, las personas que consumían las mismas calorías pero no incluían los refrescos en su dieta tenían una incidencia mucho menor tanto de obesidad como de diabetes, lo que demuestra una vez más que no todas las calorías son iguales ni actúan de igual forma en el cuerpo.

La alternativa a esos bebedores acérrimos de refrescos es los zumos de fruta o los refrescos light.

Por supuesto, la mejor elección la constituyen los zumos naturales de frutas, porque además de que le fructosa aumenta el azúcar en sangre mucho más lentamente que los refrescos, y por tanto estimula menos la insulina, los zumos proporcionan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes, algo que nunca encontraréis en un refresco azucarado.

Así que si estáis enganchados a los refrescos, ya es hora de cambiar de hábitos por el bien de vuestra figura y vuestra salud.

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