La sauna te renovará por dentro y por fuera… Date este regalo para tu salud. Te cuento cómo tomarla para aprovechar al máximo sus propiedades y no tener ningún inconveniente.
Antes de la sauna
Descansa entre 15 y 30 minutos, no te metas en ella nada más terminar tu sesión de entrenamiento. Sí han pasado varias horas desde la última comida, toma algún hidrato (galleta, fruta, para que no sufras una bajada de glucosa).
Dúchate a fondo con agua templada antes de entrar, es una simple medida de higiene que mucha gente no realiza. Si siempre tienes los pies fríos, mételos en agua caliente 5 minutos antes de entrar en la sauna, así conseguirás acelerar la irrigación sanguínea.
En la sauna
Sí puedes, túmbate en los bancos intermedios. Los inferiores sobrecargan el corazón; en los superiores la temperatura es más elevada.
Asegúrate de que la temperatura sea la correcta (entre 50 y 100°), para que la tuya no se exceda, Si no has ido nunca, comienza con sesiones de 5 min, subiendo a 12. No conviene superar los 15 minutos.
Al salir, siéntate en el banco, con los pies colgando, para que la circulación se adapte a la posición vertical; incorpórate poco a poco.
Después de la sauna
Permanece fuera un par de minutos para enfriar las vías respiratorias. Dúchate con agua fría (es un paso fundamental que, sin embargo, poca gente realiza) o, si no la soportas, tibia; empieza por las extremidades para ir subiendo al ombligo y llegar al corazón.
Si eres novato, aquí acaba tu sesión; si eres adicto, repite el ciclo entrando de nuevo en la sauna.
La frecuencia ideal es de 1 a 2 saunas semanales (más puede ser perjudicial); hay a quien le va bien una cada 15 días.
Bondades de la sauna
Mejora la circulación
El corazón duplica su ritmo para bombear sangre a la superficie de la piel con el fin de enfriarla; así se eliminan más toxinas.
Potencia tu termostato corporal. Responderás mejor a las temperaturas extremas, tolerando mejor el frío y el calor.
Alivia dolores
Un cuerpo caliente es menos sensible a las molestias corporales en general. Además, durante la sauna se liberan endorfinas.
Induce el sueño
El cuerpo se relaja y la tensión arterial baja, lo que te ayudará a dormir mejor.
Fortalece tu sistema cardiovascular.
Un estudio japonés ha demostrado que el corazón mejora su bombeo y flujo sanguíneo.
Mejora tu respiración
Una investigación holandesa demostró que los pacientes con enfermedades pulmonares obstructivas mejoraban durante el tiempo que tomaban la sauna.
Alivia la artritis
Reduce el dolor y ejerce un efecto beneficioso sobre las personas afectadas.