Tuesday, April 23, 2024

Ejercicio y embarazo

Todos los ejercicios físicos mejoran el estado cardiovascular y muscular, colaboran en la corrección postural y reducen significativamente el aumento de peso, lo que le brinda a la embarazada una mejor condición física en general y le otorga enfrentar el trabajo de parto con menos riesgos.

Reduce las molestias digestivas y la constipación, favorece el bienestar psico-físico disminuyendo la ansiedad, la depresión, el insomnio y estimula los hábitos de vida saludables.

El ejercicio evitar aumentos de la tensión arterial y previene la diabetes gestacional.

Las embarazadas pueden permanecer menos tiempo de hospitalización luego del -parto.

Los ejercicio debe hacerse de forma regular, 3 o 4 sesiones de 20-30 minutos por semana, evitar hacer los ejercicio físico a intensidades elevadas, así como  movimientos bruscos en la cantidad.

Los ejercicio físicos deberá ser individualizada y con controles médicos regulares.

Una entrada en calor, durante 5 o10 minutos acompañado de estiramientos y relajación antes y después de cada sesión.

Las actividades más recomendadas son la marcha, natación y clases de aqua gym, ciclismo, yoga, evitando las posturas invertidas y  tener un buen manejo de la respiración tóraxico abdominal-, tai chi chuan -evitando las posturas de equilibrio- meditación y esfero dinamia, etc.

Primer trimestre de embarazo

En el primer trimestre del embarazo, las mujeres que hacen ejercicio físico habitualmente suelen estar en condiciones de continuar su práctica con leves modificaciones, espaciando las sesiones de entrenamiento y evitando traumatismos y cansancio.

En las embarazadas sedentarias la gestación no es el momento más correcto para realizar nuevas prácticas deportivas.

Se aconseja la incorporación a un programa específico de preparación para el parto.

Segundo y tercer trimestre de embarazo

En el segundo y el tercer trimestre, lo mejor son aquellas actividades que se puedan desarrollen cualidades como la flexibilidad, relajación, el buen uso de la respiración y la fuerza muscular orientada a fortalecer la musculatura pelviana y, a corregir los cambios posturales producidos por el desplazamiento del centro de gravedad hacia atrás.

  • Usar  ropa y calzado deportivo cómodo.
  • Hacer el ejercicio sobre superficies firmes y que no sean resbalen.
  • Beber líquido y alimentarse bien, teniendo en cuenta que las necesidades calóricas se incrementan durante la gestación y la lactancia, y que a esto se deberá sumarle las calorías propias del ejercicio.
  • Beber antes, durante y después de hacer las actividad física.
  • Si está cansancio hay que parar, evite el agotamiento.

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