La ginecomastia es una acumulación de grasa, mas o menos discreta, que se localiza de forma uni o bilateral, en la zona retro areolar del pecho de las personas de sexo masculino (niños, adolescentes, adultos…). Se trata de la respuesta a unos cambios endocrino-metabólicos del cuerpo humano secundarios a la acción de ciertas sustancias (medicamentos, alcohol, etc.), aunque también pueden ocurrir por cambios hormonales en la pubertad.
En el caso que a nosotros nos atañe, una sustancia que entra en nuestro organismo por vía oral o inyectada, con la que pretendemos aumentar nuestro rendimiento físico, o nuestra masa muscular, por una transformación química involuntaria que ocurre en el hígado, actúa en nuestro físico produciendo unos efectos indeseados.
Una serie de medicamentos utilizados conocidos como esteroides anabolizantes, que en su composición son testosterona en cualquiera de sus formas, o derivados de ella (nandrolona , metenolona, metil-testosterona, etc.) cambian su estructura química (aromatización), a algo muy parecido a las hormonas que predominan en el sexo femenino conocidas como estrógenos.
Dichos anabolizantes ya aromatizados, actúan (del mismo modo que los estrógenos en las niñas en la pubertad) sobre unos órganos diana que son las mamas, dando lugar a una tumoración por acumulación de células grasas, que en algunos casos es unilateral y en otros bilateral, a veces discreta (casi inapreciable).
Otras veces de forma bastante notoria, en ocasiones no es molesta, pero puede ser dolorosa al más mínimo roce. Lo curioso del caso es que aún hay algunos “gurús” que no recomiendan el uso de antiestrógenos, cuando mandan a algún alumno un programa con esteroides; y lo peor de esto, es que aseguran que el uso de estos (antiestrógenos), va en detrimento del resultado de la “preparación”.
Algo muy importante que hay que saber también, es que al tomar lo que se conoce habitualmente como “reguladores”, hay que utilizar también los antiestrógenos, ya que la HCG hace que se incrementen los niveles de testosterona pero también de los estrógenos que, aunque en pequeña cantidad, fabricamos en nuestras glándulas suprarrenales, de ahí el por qué de seguir con ellos hasta pasar dos o tres semanas de finalizado el tratamiento.
El problema es que si la ginecomastia remite espontáneamente o con tratamiento, volverá a hacer acto de presencia si se usan de nuevo las sustancias que la produjeron.
Cuando la ginecomastia adquiere una consistencia dura (porque se enquista), la única solución es la quirúrgica. Intervención, que si os interesa vuestro aspecto, habrá de llevarla a cabo un cirujano plástico.
Cualquier cirujano está capacitado para ello, pero sólo un plástico puede dejarte la zona pectoral como si nada, o casi nada, hubiera ocurrido.
Tenéis que saber que el cáncer de mama también puede aparecer en el sexo masculino, aunque muy infrecuentemente, por ello es indispensable un diagnóstico diferencial y para ello contamos con unas pruebas complementarias como analíticas sanguíneas, mamo y ecografía.
Algunos síntomas preocupantes serían: el pezón deformado o hundido, o cualquier tipo de secreción por el mismo.
Si no hay dudas, existen fármacos antiestrogénicos y antiinflamatorios, pero por favor NO AUTOMEDICAROS, acude a tu médico al primer síntoma, y si no está familiarizado con el tema os remitirá a otro que sí lo esté.
Espero que con todo lo expuesto anteriormente os lo penséis antes de utilizar anabolizantes hormonales, y si a pesar de ellos lo hacéis, tomar las precauciones necesarias.
Doctor Carlos Oliveros Uzcátegui, Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Sevilla. Entrenador de fisicoculturismo. Juez W.A.B.B.A.