Probablemente hayas oído el término “cero calorías” para describir a algunas frutas, verduras y otros alimentos con la etiqueta de “light”. En pocas palabras, la teoría sostiene que estos alimentos, refiriéndome a las frutas y verduras, con gran cantidad de fibra y bajos en calorías, en realidad requieren más calorías para liberar sus nutrientes que las que contienen. Apio, espárragos, remolacha, brócoli, pepinos, lechuga, manzanas e incluso mangos están en la lista.
Pero ¿es verdadera la teoría de cero calorías? Las calorías necesarias para liberar los nutrientes de los alimentos son calculadas en el Efecto Térmico de Los Alimentos (ETA). Mientras que el ETA usualmente está en el rango del 10% para la mayoría de los alimentos; puede subir hasta un 20%, pero nunca se acercará al 100%, o lo sobrepasará – como la teoría de cero calorías implicaría. Una rebanada de pepino, por ejemplo, tiene 20 calorías. Si el ETA para los pepinos es de 20%, entonces todavía nos queda un saldo de 16 calorías. No hay cero calorías. Esto no quita al hecho de que el consumo de estos alimentos (frutas y verduras) sea bueno.
De hecho, la FDA de los Estados Unidos multó a Nestlé y Coca-Cola con US$ 650,000 en el 2007 por publicitar que sus bebidas con té verde o cero azucar tenían “cero calorías”. Ni Nestlé, ni Coca-Cola pudieron realizar alguna investigación que corroborase lo que mostraban en su publicidad. Así que no, no existe tal cosa como alimentos o bebidas con cero calorías.
Y no todo lo que brilla es oro: Si bien es cierto que muchos de los productos alimenticios que claman ser “light” en sus etiquetas o bajos en calorías, generalmente lo son; no todos estos productos constituyen realmente una alternativa más saludable. En otras palabras: “Menos calorías no significa más saludable”. De hecho una alimentación saludable no tiene que ver mucho con la cantidad de calorías que se ingiere (siento estar chocando con algunos paradigmas); se trata de darle al cuerpo lo que necesita, y el contar calorías no nos ayuda a comprender esta necesidad. Además sería imposible que una persona, para la cual, gracias a todas las investigaciones científicas de la OMS y demás, hayamos calculado sus requerimientos calóricos, de macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y hasta de micronutrientes (vitaminas y minerales); consuma exactamente estas cantidades todos los días. Simplemente sería de locos incluso intentar llegar a tal exactitud. Como decía un amigo mio: “La nutrición más que una ciencia es un arte…”
Concluyendo, dale a tu cuerpo lo que necesita; no sólo en alimentos, sino en recreación, descanso, actividad física, etc. Recuerda que somos seres integrales y no podemos pretender estar sanos sólo físicamente y descuidar el lado psicológico o espiritual.